Es necesario que nuestro mensaje como predicadores sea biblico. Esto pareceria ser demasiado obvio para merecer discusión, pero la realidad es que estamos teniendo problemas. Cada dia se esta haciendo mas comun la práctica de leer un texto como excusa y luego hablar de cualquier cosa. Los que han adoptado esta practica hacen bien en recordar que tanto la salvacion de las almas, como el crecimiento espiritual de los creyentes depende de que se use, y de que se use bien, la palabra de verdad. (1 Pedro 1:23, 2 Timoteo 3:16,17) la palabra de Dios tiene una eficacia sin igual (Hebreos 4:12, Isaias 55:10-11) Esta exhortación a todo predicador no es solamente una cuestion de estilo, es un llamado a comprender cual es nuestra responsabilidad. Dios no nos ha llamado a compartir nuestros pensamientos o nuestras palabras, sino la palabra que el ha revelado, la cual es alimento para nuestras almas.
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