Un leñador estaba muy afanado cortando arboles, pero a medida que pasaba el tiempo, en vez de cortar mas arboles cortaba menos. Alguien le dijo: "¿Por que no te detienes y afilas tu hacha"? Y el leñador le contesto: "Es que estoy muy ocupado cortando arboles" A veces pensamos que trabajando sin parar logramos mas y es todo lo contrario. Recuerda, el tiempo que dedicamos a tomar un adiestramiento, descansar, y sobre todo a orar, no es un tiempo perdido, es un tiempo de renovacion. Nada debe ser tan importante como para quitarnos nuestro tiempo devocional con Dios. Esto afilara nuestra herramienta de tal manera que cuando volvamos a nuestras labores podamos ser mas productivos.